La Cámara de Diputados propinó al presidente una derrota aplastante al rechazar por mayorías abrumadoras los vetos al financiamiento universitario y al Hospital Garrahan, mientras miles de manifestantes celebraban en las calles la victoria de la educación y salud pública.
La Cámara de Diputados infligió este miércoles un revés histórico al gobierno de Javier Milei al rechazar contundentemente los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica del Hospital Garrahan. La votación marcó una derrota parlamentaria sin precedentes para el oficialismo, que no logró reunir el tercio necesario para sostener las decisiones del Poder Ejecutivo.
El rechazo al veto sobre la Ley de Emergencia Pediátrica, motivado por la crisis del Hospital Garrahan, obtuvo un respaldo abrumador de 181 diputados a favor, 60 en contra y una abstención. Esta norma garantiza recursos específicos para el principal centro pediátrico del país, habilitando compras directas de insumos, mejoras en infraestructura hospitalaria e incrementos salariales para el personal médico.
La Ley de Financiamiento Universitario también fue ratificada con 174 votos positivos, 67 negativos y 2 abstenciones. Esta iniciativa establece actualizaciones automáticas por inflación para gastos de funcionamiento, hospitales universitarios y partidas de ciencia y tecnología, además de contemplar un aumento salarial inicial del 40,8% para docentes y no docentes, con paritarias trimestrales y recomposición de becas estudiantiles.
Durante la sesión, miles de manifestantes se concentraron frente al Congreso en el marco de la tercera Marcha Federal Universitaria, donde estudiantes, docentes, médicos y organizaciones sociales exigían la restitución de los fondos vetados. La movilización, que contó con el respaldo de la CGT y las dos CTA, celebró eufóricamente cuando se conocieron los resultados de las votaciones.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el impacto fiscal de ambas leyes representa apenas el 0,23% del PBI, desmintiendo los argumentos oficiales sobre el supuesto desequilibrio presupuestario. El expediente ahora pasa al Senado, donde la oposición cuenta con mayorías más holgadas para confirmar definitivamente la insistencia en ambas normas, convirtiendo en ley las iniciativas resistidas por el gobierno libertario.