Los universitarios de Misiones enfrentan una situación sin precedentes: deben trabajar para poder estudiar, transformando radicalmente sus rutinas académicas y planteando interrogantes sobre el futuro de la educación superior provincial.
La crisis económica nacional está transformando dramáticamente la realidad de los estudiantes universitarios en Misiones, quienes se ven obligados a combinar sus estudios con trabajos remunerados para poder mantenerse. Esta tendencia, que se intensificó notablemente en los últimos meses, refleja el impacto directo de la inflación y la reducción del poder adquisitivo familiar en la educación superior.
Las universidades misioneras reportan un incremento significativo en las solicitudes de cambios de horarios para permitir que los estudiantes trabajen durante el día. Esta realidad golpea especialmente a jóvenes del interior provincial que deben trasladarse a Posadas para cursar sus carreras, enfrentando gastos adicionales de alojamiento, alimentación y transporte que se volvieron insostenibles para muchas familias de clase media.
El fenómeno se enmarca en la disputa nacional por el financiamiento universitario, con los vetos presidenciales generando movilizaciones masivas en todo el país. Misiones se sumará a la marcha federal universitaria con convocatorias en Posadas, Eldorado y Oberá, donde estudiantes y docentes expresarán su rechazo a las medidas de ajuste en educación pública.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro de la educación superior en una provincia que históricamente apostó a la formación universitaria como motor de desarrollo. Los sectores educativos advierten que esta tendencia podría prolongar significativamente los tiempos de graduación y afectar el rendimiento académico, poniendo en riesgo la formación de profesionales que la provincia necesita para su crecimiento económico y social.